Un poco de Historia
La historia del Oratorio Salesiano tiene que ver directamente con la vida de Don Bosco y su experiencia apostólica en Turín. Juan Bosco es en realidad el padre de los oratorios y por ende quién explica su sentido más profundo. Fue ordenado sacerdote en 1841 y en ese mismo año tiene un encuentro que se considera la fecha clave en la fundación de los oratorios: el 8 de diciembre de ese año, el joven sacerdote va a celebrar la Eucaristía en la Iglesia de San Francisco en Turín y tiene un encuentro con Bartolomeo Garelli, un niño de la calle que estaba siendo sacado violentamente de la sacristía. Don Bosco defendió al muchacho y se interesó por su vida y al descubrir que estaba abandonado, sin estudio y sin religión, lo invita el domingo siguiente a recibir algunas lecciones de catequesis de su parte si viene con otros muchachos. Desde entonces Don Bosco se ve rodeado de los muchachos marginales de Turín con los cuales programa actividades que van desde la formación sacramental a aprender algún oficio que pueda ayudarlos a valerse por sí mismo. En la fundación del oratorio salesiano se rastrea el desarrollo de la escuela salesiana y del sistema preventivo de Don Bosco.